sábado, 6 de octubre de 2007

Femicidio

En relación a las lamentables muertes de mujeres a manos de sus parejas ocurridas en estas últimas semanas, se ha abierto un debate público sobre la necesidad de legislar y tipificar una figura penal especial de femicidio.

Lo cierto es que la figura penal actual de parricidio debiera bastar para cubrir estas conductas en forma satisfactoria, sobre todo después de las reformas legales que introdujeron el concepto de conviviente como posible víctima del delito.

En casos en que no exista convivencia o matrimonio, siempre es posible en subsidio, ocupar la figura del homicidio calificado cuando exista premeditación o alevosía, o del homicidio simple agravado por la circunstancia de abusar del sexo o superioridad física. La existencia de una figura penal distinta o agravada, no va a disminuir la cantidad de muertes, toda vez que es de aquellos delitos que se cometen en forma ocasional y en donde el delincuente no evalúa los riesgos legales inherentes a su conducta.

El debate más bien se debe centrar en las reales posibilidades de protección y amparo con que deben contar las víctimas de violencia intrafamiliar.

A nivel internacional, se ha logrado entender que la violencia doméstica es un problema de extremada gravedad, lo que ha llevado a implementar políticas públicas que integran a todos los sectores de la sociedad para la búsqueda de soluciones. En Chile eso está lejos de ocurrir, y en general, salvo cuando existe una muerte, no sólo la opinión pública, sino que los propios agentes policiales, judiciales y administrativos tienden a minimizar el riesgo de las conductas de violencia doméstica física y psicológica. De esta forma, la víctima se siente desamparada e incomprendida, sin que se le ofrezca una salida real y protegida a su situación.


Por ello, se debiera avanzar hacia una mayor sensibilización pública acerca del tema, hacia la creación de refugios suficientes y adecuados para mujeres y niños, y hacia el otorgamiento de mayores poderes de reacción tanto para la policía como para los jueces. (Joanna Heskia T./Colombara Olmedo Abogados – www.estrategia.cl)

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